De la sequía a los granjeros y al precios de los alimentos

Jun 19, 2014

En inglés.

Cuando vamos conduciendo por las autopistas de California, es difícil no percatarse los carteles electrónicos que urgen a la gente a que ahorren agua debido a la grave sequía que afecta al estado. La lluvia, cuando llega, se reparte de manera desproporcionada en todo el estado, siendo especialmente el Valle Central, donde se asientan las áreas agrícolas más productivas de California, el más vulnerable ante esta irregularidad.

En estos momentos la sequía es tan severa, que en abril el gobernador Jerry Brown pidió a “todos los californianos, agencias municipales del agua y cualquiera que la use, para que hagan todo lo posible por ahorrar agua”. Justo unos días antes, la presidenta de la Universidad de California, Janet Napolitano hizo una visita especial al corazón de California para explorar como las universidades pueden ayudar.

¿Cómo afecta la sequía los precios de los alimentos? Milton McGiffen, especialista en el Departamento de Botánica y Fitotecnia, de Extensión Cooperativa de UC Riverside, asegura que ciertamente el mayor impacto se dará en las frutas y verduras provenientes del Valle Central por ejemplo los tomates y melones.

"El precio de los cítricos se ha incrementado debido a la gran helada del pasado diciembre”, dijo. “Con la escasez de agua viene un mayor costo del agua, lo cual puede dar como resultado que los granjeros opten por sembrar cultivos de un valor más alto, como frutas y nueces. No es casualidad que el costo de una bolsa de nueces recientemente subió un 36 por ciento en Costco. Se ha iniciado recientemente un estudio en torno a cómo los granjeros están vendiendo sus granjas debido a la situación adversa del agua”.

McGiffen señala también a la creciente urbanización en California como otro factor.

“Existe un conflicto entre el uso de la la tierra y agua para el cultivo de alimentos o el crecimiento de las ciudades”, señaló. “Todo se reduce a cuánto deseamos ver que la agricultura continúe en el estado. Depende, también, de cuánto queramos cobrar a los granjeros por el agua. En el condado de Riverside, los granjeros obtuvieron un descuento en las tarifas del agua hasta finales de la década de los 80. Después de eso, se les cobró la misma cantidad que a los propietarios de casas por el uso de agua. Eso se volvió algo insustentable para ellos y muchos granjeros simplemente abandonaron la región”.

Los estadounidenses gastan alrededor de un 6.6 por ciento de su ingreso familiar en alimentos — por mucho uno de los porcentajes más bajos del mundo. McGiffen calcula que si los precios de los alimentos se incrementaran en un 20 por ciento, los estadounidenses terminarían gastando 1 por ciento adicional de su ingreso familiar en alimentos.

“En términos reales, ¿cambiaría esto cómo nos comportamos? Yo diría que probablemente no. Nos adaptaríamos, como lo hacen las langostas en una cazuela que se calienta lentamente”, dijo McGiffen. "Pero no podemos olvidar que necesitamos para producir cantidades significativas de alimentos. Si fallamos en este aspecto, nos pondremos en una gran desventaja. Actualmente, casi la mitad de nuestros alimentos provienen de otros países, en particular, países de Latinoamérica. Ciertamente no queremos incrementar eso”.