Alimente a lo grande; empiece a baja escala

Jan 19, 2012

Mezclar cultivos ayuda a promover la biodiversidad, como este cultivo de amaranto, girasoles y sorgo en la granja Fully Belly, de Guinda, California. Fotografía por: Paul Kirchner Studios
Mezclar cultivos ayuda a promover la biodiversidad, como este cultivo de amaranto, girasoles y sorgo en la granja Fully Belly, de Guinda, California. Fotografía por: Paul Kirchner Studios
Crecimiento a escala — este es siempre el punto de contención sobre el cultivo orgánico cuando se enfrenta a la interrogante de si se puede con él alimentar a los millones de hambrientos de todo el mundo.

Pero un grupo de científicos de la Universidad de California en Berkeley asegura que continuar con nuestra actual tendencia a la agricultura industrial no es sustentable, dado su enorme consumo de agua, energía y químicos, aunado a los nuevos retos que presentan los cambios climáticos, como las temperaturas y precipitaciones extremas.

Con el lanzamiento, a finales del año pasado, del interdisciplinario Centro Berkeley de Sistemas de Cultivo Diversificados (Berkeley Center Diversified Farming Systems), los científicos de UC Berkeley se están uniendo en torno a un set de prácticas que promueven la biodiversidad, las cuales aseguran, son una solución prometedora.

Claire Kremen, bióloga conservacionista y profesora asociada en el Departamento de Ciencias del Medio Ambiente, Políticas y Administración, dice que la mayoría o quizás todos los insumos que las granjas comerciales modernas requieren — pesticidas y fertilizantes químicos, cantidades de agua y energía desperdiciadas, polinizadores importados — han sido necesarias sólo porque los paisajes, dominados por una mono cultura creada por la agricultura industrial, carecen de biodiversidad.

"Tras estudiar los polinizadores, me di cuenta que la forma en la que manejamos la agricultura, básicamente no ha requerido remplazar con substitutos a todos los servicios de ecosistemas que solían existir en los ecosistemas agrícolas", dijo Kremen, becaria de MacArthur en el 2007.

Hablando en general, un sistema agrícola diversificado es el que promueve la biodiversidad a lo largo de escalas espaciales, de la parcela al campo y al paisaje. Los cultivos son plantados y el ganado criado conjuntamente, resultando en interacciones que fomentan el funcionamiento de los sistemas de cultivo en formas que reabastecen los ecosistemas naturales. Los métodos empleados dentro de una granja diversificada pueden incluir un mínimo de labranza de la tierra, cultivar cosechas múltiples juntas, plantar cultivos de cobertura e intercalar árboles y arbustos con los cultivos y el ganado. 

Los animales ayudan a limpiar los cultivos de cobertura, los cuales agregan nutrientes a la tierra y alimentan a los animales, que a su vez producen lana.  Fotografía por: Paul Kirchner Stud
Los animales ayudan a limpiar los cultivos de cobertura, los cuales agregan nutrientes a la tierra y alimentan a los animales, que a su vez producen lana. Fotografía por: Paul Kirchner Stud

Estas prácticas también proveen polinización, control de las plagas y enfermedades, purificación del agua y control de erosión del suelo. Ayudan a producir una tierra saludable y productiva y a reducir el uso del agua, como se ha demostrado en los estudios realizados por Kremen y su colega de Berkeley Miguel Altieri en sus respectivos laboratorios y en granjas de los condados de Napa, Sonoma y Yolo.

Pero los sistemas de cultivo diversificados no sólo se enfocan en producir  alimentos y proteger el medio ambiente; para ser verdaderamente sustentables, también deben proveer un sustento a los granjeros y a sus trabajadores y ayudar a apoyar a las comunidades que dependen de ellos.

La especialista de Extensión Cooperativa de UC Berkeley, Christy Getz, ha estudiado las condiciones laborales y de seguridad alimentaria entre los trabajadores del campo. En uno de los proyectos, su equipo desarrolló un programa para ayudar a los agricultores refugiados del sudeste asiático en California a incrementar sus operaciones de manera gradual, a conectarse con sistemas de distribución alternos y a introducir sus productos a nuevos mercados como las escuelas locales.

El profesor Alistair Isles se enfoca en la política pública,  política científicas y las dimensiones sociológicas que conlleva regresar a los sistemas diversificados de la agricultura industrial en países desarrollados. Por ejemplo, ha estudiado la importancia de innovadoras herramientas para los  consumidores que promueven la agricultura sustentable en temas como "las millas alimentarias"—la distancia que los alimentos viajan de la granja a la mesa—y métodos de evaluación para productos de mar sustentables.

Una especie nativa de seto bordea un cultivo de alcachofas en la granja Fully Belly en Guinda, California. Fotografía de: Paul Kirchner Studios
Una especie nativa de seto bordea un cultivo de alcachofas en la granja Fully Belly en Guinda, California. Fotografía de: Paul Kirchner Studios
Otros profesores de Berkeley asociados con el nuevo centro son expertos en economía, agroecología, pastizales, bastiones de biodiversidad que apoyan a una multitud de servicios de ecosistemas benéficos para la agricultura, inclusive la polinización que aportan a los granjeros las abejas silvestres.

Si los granjeros pudieran traer de regreso muchas de las prácticas tradicionales que apoyaban la biodiversidad,  mejoradas por la aplicación de una ciencia ecológica moderna, Kremen cree que el mundo podría producir más alimentos a las vez que reduciría los efectos nocivos de la agricultura, haciéndola más sustentable a largo plazo.

Y a diferencia de la agricultura orgánica, los sistemas de cultivo diversificados no tienen un enfoque de “todo o nada”; Kremen asegura que los granjeros pueden implementar todos los sistemas que recomienda el centro Berkeley basado en su investigación, o simplemente implementar técnicas selectas, como plantar seto nativos o usar cultivos de cobertura que enriquecen la tierra y aun así, lograr hacer sus granjas más sustentables.