Entre las botanas que más le gustan a niños y adultos, están, sin duda, los elotes preparados al estilo mexicano. Ya sea, cocinados en agua o asados a la parrilla, basta con agregarles jugo de limón, mayonesa, queso rallado chile piquín. ¡Sabroso! Qué más se puede pedir si además es domingo y se encuentra en el parque en medio de la algarabía de la familia y amigos. No ser víctima de intoxicación alimentaria.
Cólicos estomacales, diarrea y vómitos son algunos de los síntomas más comunes después de comer un alimento con bacterias, virus o parásitos. Una de cada 6 personas, en los Estados Unidos, se enferma por consumir un alimento contaminado y cada año 3,000 mueren a causa de una intoxicación alimentaria severa y aunque esto puede ocurrir en todo el año, en el verano, debido a las altas temperaturas, el riesgo es mayor.
En un día de campo, en medio de la amena plática de sobremesa, es común olvidarse de manejar adecuadamente los alimentos. Orozco enfermó al día siguiente después de comer un elote en el parque. No se percató que la mayonesa que untaron al elote había permanecido fuera de la hielera por varias horas.
“Todo mundo puede caer enfermo alguna vez por comer un alimento contaminado”, sostiene Orozco, y agrega que los alimentos no deben permanecer fuera del refrigerador más de 2 horas pues a medida que pasa el tiempo, las bacterias se multiplican.
Las bacterias que causan intoxicación alimentaria se multiplican más rápido entre 40 °F y 140 °F. “Sabemos está es la zona de peligro”, sostiene Orozco mostrando una gráfica con su pluma e indicando que las bacterias que causan intoxicación alimentaria se multiplican a velocidad tremenda entre 40 °F y 140 °F y las personas en riesgo mayor de enfermarse son: ancianos, mujeres embarazadas, con enfermedades crónicas, niños y bebés que tienen un sistema inmunitario más sensible.
“Es mejor prevenir que lamentar a que alguien se enferme”, indica Orozco en sus clases EFNEP, Programa Ampliado de Educación sobre Alimentos y Nutrición que continúa ofreciendo por internet a la comunidad, para enseguida iniciar una demostración con bolsas pequeñas de plástico y dulces de múltiples colores que representan, de manera gráfica y fácil de entender, a qué velocidad se reproducen las bacterias en una rebanada de salmón.
En 10 minutos, explica la educadora, los alimentos crudos como pescado o pollo, tienen tan pocas bacterias que no enferman a nadie. Pero a medida que transcurre el tiempo: 60, 90, 120 minutos, sí 2 horas, hay decenas de bacterias que resulta imposible contarlas.
Así de manera gráfica, y ayudada por las bolsitas de plástico con los dulces, la educadora crea una imagen que se queda en la memoria, haciendo eco en la mente de las participantes. Es una alarma que podría encenderse aún en medio de la bulla de la sobremesa, para recordar a todo mundo que los alimentos no deben estar fuera del refrigerador.
1.Limpiar:
Para evitar la contaminación cruzada, lávese las manos, los utensilios, y tablas para cortar antes y después de preparar los alimentos.
2. Separar:
Evite la contaminación cruzada: NO usar la misma tabla para cortar y cuchillo al cortar carnes crudas y luego rebanar frutas o verduras.
Mantenga la carne cruda aparte de los alimentos que no se van a cocinar.
- En la hielera coloque hasta abajo las carnes y alimentos crudos. Frutas y verduras se ponen en contenedores y el contenedor dentro de una bolsa plástica que pueda sellarse, eso evita que el agua de hielo, cuando se derrite y está contaminada con jugos de la carne, NO penetre en alimentos frescos como frutas y verduras generando contaminación cruzada.
- En carnes asadas: marinar la carne con mucho cuidado. El jugo donde puso por primera vez la carne para marinarse debe tirarse una vez que la carne va al asador. NO cometa el error de volver a marinar la carne en la misma mezcla. Si desea una carne jugosa, nuevamente prepare la mezcla para volver a bañar la carne.
3. Cocinar:
Siempre use un termómetro de cocina para asegurarse que los alimentos se cocinan a la temperatura interna adecuada: Carnes y pescados 145 °F, aves 165 °F, carne molida (en el caso de hamburguesas) 160 °F
- Cuando los alimentos se cocinan a la temperatura adecuada alcanzan una temperatura suficientemente alta para eliminar las bacterias dañinas que causan enfermedades.
- Use un termómetro para alimentos para revisar si la comida esta cocida adecuadamente.
4. Enfriar:
Mantener los alimentos crudos en el refrigerador o hielera a 40 °F o menos.
No deje los alimentos fuera del refrigerador. Las sobras deben refrigerarse, entre más tiempo pasan fuera del refrigerador más bacterias.
5. Desechar:
Si sus alimentos han permanecido más de dos horas fuera del refrigerador, o más de hora y media en un día de verano en un día de campo. ¡Deséchelos!
“Si tiene duda que algún alimento pueda estar contaminado, mejor échelo a la basura”, enfatiza Orozco. “Es mejor prevenir que lamentar a que alguien se enferme porque cuando uno se siente mal ya da miedo comer de nuevo eso por lo mal que te sentiste.”