Los granjeros saben que pierden cosechas debido a las plagas y enfermedades de las plantas, pero según un reporte científico de la División de Agricultura y Recursos Naturales de UC y otros miembros de la Sociedad Internacional de Patología Vegetal, se ha descubierto que, a escala mundial, el rendimiento se está reduciendo en cinco importantes cultivos alimenticios entre un 10 y 40 por ciento.
La producción de trigo, arroz, maíz, soya y papa se ha reducido debido a plagas de patógenos y animales, incluyendo insectos, descubrieron los científicos durante un sondeo entre expertos en salud de los cultivos
De acuerdo con el estudio, publicado en el diario Nature, Ecology & Evolution, a escala mundial, los patógenos y plagas están causando pérdidas del 10 al 28 por ciento en la producción de trigo, un 25 a 41 por ciento en arroz, un 20 a 41 por ciento en maíz, un 8 a 21 por ciento en papa y un 11 a 42 por ciento en soya,
Pérdida de alimentos
“Estamos perdiendo una cantidad significativa de alimentos a una escala mundial debido a las plagas y enfermedades en un momento en el que debemos incrementar la producción de alimentos para alimentar a una creciente población”, señaló el coautor del estudio Neil McRoberts, colíder de la Iniciativa sobre una Estrategia para Sistemas Alimentarios Sustentables de UC ANR (UC ANR's Sustainable Food Systems Strategic Initiative) e investigador de la Estación de Experimentos Agrícolas y profesor del Departamento de Patología Vegetal de UC Davis.
Mientras que las enfermedades de las plantas y plagas son ampliamente consideradas como una causa importante en las pérdidas de cultivos y, algunas veces una amenaza para el suministro de alimentos, las cifras precisas sobre la pérdida de cultivo son díficiles de producir.
Una razón es porque los patógenos y las plagas han evolucionado conjuntamente con los cultivos durante milenios en los sistemas agrícolas creados por el hombre ".
“Una de las razones se debe a que los patógenos y plagas han evolucionado conjuntamente con los cultivos durante miles de años en los sistemas agrícolas creados por el hombre”, escriben los autores en el sitio Web del estudio globalcrophealth.org. “Como resultado, sus efectos en la agricultura son muy difíciles de separar de la compleja red de interacciones dentro de los sistemas de cultivo. Asimismo, el simple número y la diversidad de las enfermedades de las plantas y plagas hacen que, la cuantificación de las pérdidas para cada uno de los muchos cultivos, por motivo de un patógeno individual o una plaga, sea una tarea abrumadora”.
“Llevamos a cabo un sondeo entre expertos en protección de cultivos sobre el impacto de las plagas y enfermedades de las plantas en la producción de cinco de los cultivos básicos de carbohidratos más importantes y estamos reportando los resultados”, manifestó McRoberts. “Este es un importante logro y un paso real hacia adelante que nos permite evaluar de manera precisa el impacto de las plagas y enfermedades de las plantas en la producción de cultivos.”
Los investigadores realizaron sondeos entre varios miles de expertos en salud de los cultivos de 67 países, en torno a cinco importantes cultivos alimentarios – trigo, arroz, maíz, soya y papa.
“Elegimos estos cinco cultivos ya que juntos aportan alrededor de un 50 por ciento del consumo calórico humano a escala mundial”, escribieron los autores en el sitio Web. Los 67 países cultivan un 84 por ciento de la producción global trigo, arroz, maíz, soya y papa.
Principales plagas y enfermedades
El estudio identificó 137 patógenos individuales y plagas que atacan los cultivos con una gran variación en la cantidad de pérdidas de cultivos causadas por los mismos. Para el trigo, la roya, fusariosis de la espiga del trigo/costra, roya amarilla, mancha de la hoja, roya marrón, áfidos y oídio causaron pérdidas de más del uno por ciento a nivel global. En el arroz, el tizón de la vaina, barrenador de tallos, añubio, mancha marrón, plaga bacteriana, plegador de hojas y saltamontes marrón causaron el mayor daño. En el maíz, el fusariosis y pudrición del tallo del maíz (Gibberella), cogollero del maíz, tizón del maíz del norte, fusariosis y pudrición de la mazorca (Gibberella), pudrición del tallo por antracnosis, pudrición y moho del sur causaron las mayores pérdidas a nivel global. En las papas, el tizón tardío, pudrición parda, tizón temprano y quiste nematodo fueron los más dañinos. En los frijoles de soya, el quiste nematodo, moho blanco, roya asiática de la soya, tizón de la hoja (Cercospora), mancha marrón, pudrición corchosa y nematodos nodulares de la raíz causaron pérdidas globales de más del uno por ciento.
“Puntos de conflicto” en seguridad alimentaria
El estudio calcula las pérdidas debido a enfermedades vegetales y plagas para estos cultivos de manera global, así como en varios “puntos de conflicto”. Estos “puntos de conflicto” son fuentes críticas en el sistema alimentario global: Europa del norte, las planicies de los Estados Unidos, el centro y sur de Canadá, el sur de Brasil y Argentina, las planicies indogangéticas del sur de Asia, las planicies de China, sureste de Asia y el sub Sahara de África.
“Nuestros resultados resaltan las diferencias en impacto entre los patógenos del cultivo y las plagas y los ‘puntos de conflicto' en seguridad alimentaria, indicó McRoberts. “Pero también mostramos que las mayores pérdidas aparecen asociadas con regiones donde existe un déficit alimentario con poblaciones que crecen rápidamente y frecuentemente con plagas y enfermedades que aparecen o vuelven a aparecer”.
“Para los patógenos crónicos y plagas, debemos redoblar nuestros esfuerzos para ofrecer herramientas de control más eficientes y sustentables, como son las variedades resistenres”, continuó diciendo McRoberts. Para los patógenos o plagas emergentes o re emergentes, se necesita de una acción urgente para contenerlos y generar soluciones a mayor plazo”.
El sitio Web globalcrophealth.org contiene mapas que muestran la forma en la que muchas personas respondieron al sondeo a través de diferentes regiones del mundo.
Además de McRoberts, en el equipo de investigación participaron el autor Serge Savary, director del Comité para la Pérdida de Cultivos de ISPP; el epidemiólogo Paul Esker, de la Universidad del Estado de Pensilvania; Sarah Pethybridge, de la Universidad Cornell; Laetitia Willocquet, del Instituto Nacional Francés para la Investigación Agrícola de Toulouse, Francia y Andy Nelson, de la Universidad de Twente en Holanda.
Author - Broadcast Communications Specialist II