¿Reemplazarán algún día las máquinas el romántico cultivo a mano de uvas para vino? Un viñedo “sin contacto” es parte de la investigación más reciente sobre escasez de mano de obra, malezas y manejo de plagas, realizada por científicos de Extensión Cooperativa de UC y discutida durante el Día de la Uva, celebrado el pasado 6 de junio en la estación Oakville de UC Davis, localizada en el epicentro de la región vitivinícola de California.
Aproximadamente 200 productores de uva para vino, asesores vinícolas y otras personas de la industria asistieron con el fin de conocer lo más reciente en investigaciones de Extensión Cooperativa de UC. Administradores vinícolas de bodegas como Fork in the Road y Pine Ridge Vineyards, a compañías vitivinícolas de Fortune 500, como Constellation Brands, se reunieron en el viñedo experimental de la estación de investigaciones. Varios representantes de compañías de equipo para viñedos trajeron consigo sus máquinas para demostrar las habilidades que tienen para sacar maleza, podar y cuidar del dosel.
Abordando la escasez de mano de obra
Para ayudar a los productores a atraer y retener a los trabajadores agrícolas, Monica Cooper, asesora de Extensión Cooperativa de UC para el condado de Napa, y su asistente de investigación, Malcolm Hobbs, llevan a cabo un sondeo entre los trabajadores agrícolas para determinar los factores que afectan su satisfacción laboral. Determinaron que el número de mujeres empleadas se ha incrementado rápidamente en el condado de Napa a partir del 2013. “Las mujeres podrían estarse moviendo al grupo de trabajadores para llenar las vacantes dejadas por la reducción de trabajadores hombres que inmigran a USA en busca de trabajo agrícola”, señaló Cooper.
Ellos planean proveer a las compañías que participan con recomendaciones personalizadas para reclutar y retener a los empleados.
“También generaremos un resumen genérico que compartiremos ampliamente con participantes y no participantes al final del estudio. Por ahora, no podemos llegar a conclusiones o recomendaciones generales porque la recopilación de información continua”, manifestó Cooper. “Nuestro objetivo es distribuir nuestro reporte final este invierno, así que estén al pendiente”.
Para ayudar a los productores a reducir la necesidad de mano de obra, el especialista en viticultura de Extensión Cooperativa de UC, Kaan Kurtural,diseñó un viñedo de demostración “sin contacto” que es manejado mecánicamente. El viñedo mecanizado es uno de seis sistemas de espalderas que estudia en torno al uso de agua, el uso eficiente de nitrógeno y producción y calidad del fruto en la uva para vino.
“Siempre buscamos formas de mejorar la producción y calidad y reducir el costo”, dijo Francisco Araujo, director de viticultura para Atlas Vineyard Management. “Ante la escasez de mano de obra a la que nos enfrentamos ahora, Kaan explora nuevos sistemas de producción que incluyen nuevas espalderas, mecanización, diferentes tipos de mecanización desde poda hasta aclareo de brotes y retiro de brotes del tronco. El experto obtiene información actualmente sobre cómo es que estos nuevos sistemas de espalderas influirán en la producción y calidad”.
El experimento del viñedo que no requiere de pizca a mano empezó primero como una demostración, pero con el interés de los productores, se convirtió en un proyecto de investigación completo.
“Empezó como una forma de ahorrar dinero en el costo de mano de obra, pero cuando empezamos a ver el aspecto fisiológico de cómo crecen estas plantas, vimos los beneficios desde el punto de vista de calidad, además del ahorro en mano de obra”, indicó Kurtural, quien tiene su base en el Departamento de Viticultura y Enología de UC Davis.
Un viñedo tradicional en el área de Napa se encuentraproximadamente a 36 pulgadas sobre el suelo con los brotes verticales fijos con alambres, los cuales se mueven manualmente.
Ahorro de agua
“Dijimos, ‘¿por qué no invertimos en el sistema?' Cultivamos todos los troncos altos y colocamos todos los cordones bilaterales a alrededor de 62 pulgadas sobre el suelo del viñedo, de esa manera, podemos acercar más las hileras”, dijo Kurtural, quien supervisa el viñedo experimental de 40 acres en Oakville. Las hojas crecen hacia abajo para generar la misma área de hojas de un viñedo tradicional, pero las hojas en el viñedo mecanizado usan el agua de manera más eficiente, por lo que el viñedo sin contacto requiere menos agua comparado con los sistemas de viñedos tradicionales.
“Este es un sistema denso, es de 1.5 metros por dos metros, casi 1,340 plantas por acre – hasta aquí estamos utilizando de un tercio a un cuarto de acre pie de agua”, agregó Kurtural.
“Ahora, nos cuesta alrededor de un dólar la operación de mano de obra para el manejo de cada planta en un viñedo tradicional de casi 1,300 plantas por acre en Costa Norte”, senaló Kurtural. “Las plantas que no requieren ser tocadas nos están costando alrededor de siete centavos en operación de mano de obra”.
“El mayor gasto es la podada, después de ello, pasamos por lo que se conoce como deschuponado de los troncos, lo cual aquí se hace también de manera mecánica y después de eso se realiza la remoción de brotes para abrir el dosel. Eso también se hace de manera mecánica. Después, si se necesita, se retiran hojas, algo que también se hace de manera mecánica. Y un último recurso, si la cosecha es mucha, se sacude el exceso de bayas con una cosechadora”.
El sistema convencional produce cinco a seis toneladas por acre, mientras que el viñedo mecanizado produce de siete a ocho toneladas por acre.
“Estos racimos producen mucho menos bayas que un viñedo manejado tradicionalmente a mano, pero el tamaño de las bayas es también muy pequeño, algo que a los productores de vino les gusta”, explicó el experto.
Durante la cosecha, las uvas que son pizcadas por una máquina son clasificadas a bordo de la cosechadora para que lleguen al vinario en tamaños uniformes, mientras que las uvas cosechadas a mano, tienen que ser clasificadas en una charola antes de ser colocadas en el tanque de la prensa.
“Producimos vinos esta uva el año pasado y los comparamos con los de viñedos tradicionales. No fue hasta que les dijimos a la gente de qué se trataba, que pudieron distinguir entre la calidad de la fruta o el vino”.
Manejo de malezas y plagas
John Roncoroni, asesor sobre plagas para granjeros de UCCE en el condado de Napa, habló sobre el control de malezas en las parras jóvenes.
En el pasado, muchas de los viñedos eran fumigados para el control de enfermedades antes de plantar y eso también ofrecía un control contra las malezas para las parras jóvenes.
“Con la pérdida de la mayoría de los fumigantes que se usaban en los viñedos, con frecuencia se hacía el deshierbe a mano”, dijo Roncoroni. “Un incremento en el costo y una reducción en la mano de obra han hecho del deshierbe a mano algo impráctico. El cultivo mecánico, en este punto, es muy impreciso, ya sea que deja malezas muy cerca de las parras jóvenes o causa daño al acercarse mucho a ellas”.
Las cubiertas en las parras jóvenes permiten el uso de muchos herbicidas post surgimiento para controlar las malezas, pero Roncoroni advirtió que la aplicación de los herbicidas post surgimiento en las parras que no están protegidas por corteza madura podrían dañar o hasta matar a las parras.
“El uso de herbicidas en las parras de menos de tres años es un proyecto arriesgado”, manifestó Roncoroni. “Siga todos los requerimientos de la etiqueta, poniendo atención especial a las recomendaciones del suelo y riego”.
Lynn Wunderlich, asesor de Extensión Cooperativa de UC para Central Sierra y Franz Niederholzer, asesor de Extensión Cooperativa de UC para los condados de Colusa, Sutter y Yuba, hicieron una demostración sobre cómo calibrar los rociadores y obtener un rocío uniforme cuando se aplican fungicidas.
En el 2016, los investigadores de UC Davis identificaron un membrácido de la alfalfa (Three-cornered alfalfa hopper), Spissistilus festinus, como vector del virus de la mancha roja del viñedo (Grapevine red blotch virus). Cindy Preto, candidata al doctorado del Departamento de Entomología y quien asiste a los científicos de UC que estudian la biología del membrácido de la alfalfa y plantas huéspedes, ofreció un resumen de su investigación.
Araujo, el asesor en viticultura, dijo que él y sus colegas valoran la investigación de la universidad. “El Valle de Napa es un lugar donde la calidad es fundamental, sin embargo, cada vez más y más nos enfrentamos a una escasez de mano de obra, tenemos inflación y los costos de producción se están incrementando”, indicó. “Si encontramos formas de obtener una calidad máxima junto a niveles de producción eso pagará por el incremento en los costos de producción, es la única manera que podemos ser sustentables ahora y en el futuro”.
Author - Broadcast Communications Specialist II
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